Hoy decido escribir desde mi lado menos científico. Algo inedito en mi en estos últimos tiempos. Incluso me voy a tomar la total libertad de expresarme en plural, en todos. Quiero hablar de todas esas experiencias con las que he ido nutriendo mi vida y me han convertido en este ente resiliente que soy.
Todos nos hemos tenido que enfrentar a distintas adversidades en los que parece que la vida nos pone a prueba. Yo los suelo describir como esos instante donde sientes que se apaga la luz. Esos momentos donde olvidamos la parte más pura de la vida y nos centramos en la otra que parece sufrir una especie de crisis, angustia, vacio, decepción, ...que te genera un bloqueo del que no sabemos salir.
El resultado de todas esas múltiples experiencias me han permitido saber como "jugar" para que mi mundo no se pare.
*Significación y valoración. No intento responder a la pregunta ¿por qué?, o incluso más concretamente ¿por qué a mi?. Me centro en buscar ese punto de equilibrio entre la parte pura de la vida y la situación de crisis para que mi noria vuelva a girar y encontrarle sentido a mi día a día. Nunca pienso en futuro, no dejo que mi cabeza vuele al pasado. Dedico todos mis esfuerzos al momento en el que me encuentro. Me agarro a mi: "pura vida".
*Responsabilidad. Soy consciente de la importancia de esos momentos vitales. Acepto el compromiso de seguir creciendo, de volver a encender mi lucecita. Me centro en mis obligaciones diarias y me reto para mejorarme. Me propongo un mini reto diario, me hace sentir bien.
*Uno mismo. Me conozco y eso no significa que no sea capaz de sorprenderme. Asumo mis defectos y mis virtudes. Saco mi mejor cara, a ese clown que llevo dentro y me agarro fuerte a mi nariz roja. Me centro en ese optimismo innato que me mueve e intento colorear el día. Potencio mi creatividad para disfrutar cada momento como si fuera el último. Soy un ser emotivo.
De todo esto saco dos conclusiones: la vida es para vivirla, necesitamos de ciertas experiencias no gratas para seguir creciendo, y ser feliz mola mucho más, tenesmo que saber simplificar las circunstancias de la vida al máximo. Tal y como me gusta decir: "al mal tiempo...narices rojas".
El último gran aprendizaje que me ha hecho ser más resiliente aún, lo puedo resumir en esta gran frase que escuché de una gran persona: "Ójala todos fueramos más corazón y menos cabeza".
@dapuchmas
Así si... me pillo un par de ideas y juego contigo!
ResponderEliminarMe quedo con el "Uno mismo". Me pareces muy grande nene. Cuando jugamos entonces?
ResponderEliminarQuería clicar Me Gusta. Qué rápido nos acomodamos!! jeje.
ResponderEliminarVenga, si me lo permitís yo juego también.
No sé cómo he llegado hasta este post y ¡a estas horas! Si es por corazón, voy por el buen camino aunque a veces me sienta bicho raro siendo la emoción con patas que soy jajaa ¡Un abrazo! Me gusta ;)
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